Entrevista con Carlos Micilio, el Filósofo Ambiental Argentino. Periódico El Eco under Personajes ECO
Nos encontramos con Carlos Micilio,Director de la Consultora
Urbano Ambiental, Carlos Micilio & Asociados que nos habla de los retos de
la gestión ambiental, los proyectos de educación ambiental en Argentina y su
opinión acerca de la problemática de la gestión de residuos en el mundo.
Cuéntenos de su amplia trayectoria
“Soy el Director de la Consultora Urbano Ambiental de
Argentina, Carlos Micilio &
Asociados, tengo tres membresías internacionales, soy miembro de
organismos internacionales de educación
y capacitación (americanos, europeos y occidentales).Soy consultor externo de
dos universidades americanas y una europea. Soy consultor internacional de
organismos oficiales y privados y autor de proyectos, programas y legislaciones
en educación ambiental, concientización urbana, tratamiento de residuos y
relaciones comunitarias en América y Europa. Soy invitado asiduamente a
disertar en congresos y seminarios internacionales académicos, gubernamentales
y empresariales.Tengo un premio ambiental y escribo artículos en numerosos y
diversos medios académicos y técnicos en publicaciones nacionales e
internacionales en más de 12 países.”
¿En qué consisten sus proyectos de Educación urbana
ambiental?
“La historia
ambiental, lejos de toda mística, es un campo del conocimiento relativamente
reciente, en el que ya llevo muchos años viendo personalmente sus problemas al
haber tenido la suerte de recorrer gran parte de los países latinoamericanos
siempre tratando de acompañar congruentemente los procesos, ayudando a
interpretar, confrontar ideas, reflexionar y proponer una actitud diferente
ante el mismo. Siempre observé que las
problemáticas no se focalizan en las causas, sino en las consecuencias.
No me quede en dejarlo librado al azar y que las cosas se solucionen por sí
solas, que aceptara que todo pasaba por mas tecnología, viendo que las formas
en que se las viene gestionando, con una liviandad supina, no han dado el
resultado esperado, o que dicen haber logrado. Mis propuestas tuvieron la
osadía de enfrentar a ese sistema “sustentable económicamente a algunos gobernantes
y empresas” y cada vez estoy más convencido que si no partimos de una actitud
adecuada, reparadora, jamás encontraremos la solución acertada. Trato de
desmitificar ciertos conceptos que nos daría cuenta que la solución, está mucho
más cerca de lo que creemos. Si entendemos esta premisa, entenderemos que no se
necesita que comience otro para cambiar nuestra actitud ante nuestros hábitos y
costumbres, para modificar nuestro accionar con los residuos, que nosotros
mismos generamos: No hace falta levantar…lo que no arrojamos.La comunidad debe
entender que deben hacerse cargo de “sus” residuos, y parte de esa
responsabilidad, es hacer la separación en nuestros hogares y pagar para que se
le dé el debido tratamiento. Tenemos y debemos poner límites a la realidad con
que convivimos, necesitamos que nos pongan límites como así también se debe
entender que las autoridades de aplicación (en este caso, el gobierno) debe
entender que no es una cuestión de ampliar el presupuesto. La concomitancia
debe ser el educar a toda una comunidad y ella misma nos dará la minimización
tan esperada y el aprovechamiento necesario. Para concluir, me esfuerzo en que
reaccione un tejido social (y muchas veces político) que sigue expectante a que
otros empiecen primero, y que más que nada, se solucionen los problemas sin
actuar en consecuencia. Tampoco creamos que porque pagamos nuestros impuestos,
el gobierno tiene la obligación de recoger lo que arrojo en la calle. Por otro
lado, si no lo arrojamos en el piso en nuestra casa… ¿Por qué hacerlo afuera de
ella no? Somos hacedores de éstas, y
muchísimas más actitudes que hay que replicar y amerita tomar
prontamente para dejar ser el reflejo de una realidad que no creo que estemos
orgullosos.”
¿Cuáles son los retos de la gestión de tratamiento de
residuos a nivel mundial?
“La problemática ambiental no puede resolverse en forma
independiente de la sociedad que lo genera, y en ésta modernidad, la falta de
normas específicas y el individualismo de los grandes intereses, hacen un único
hilo conductor: que se confundan los propósitos, los mensajes y las promesas.
La inmoralidad nos ha agazapado y la realidad y la actualidad hacen que nos
encontremos inexorablemente ante nuevos paradigmas sociales y culturales y
diría éticos.
No miremos la realidad con un solo ojo, debemos ser
sumamente cuidadosos y poner una lupa en esto: recicladores informales
(cartoneros) con carros revisando la basura en los suburbios de la ciudad
(haciendo la separación para la reventa), carteles de “prohibido arrojar
residuos” con severas multas para el infractor (muchas veces estos no se ven
porque están tapados por la basura), industrias que prefieren colaborar con las
campañas políticas a darle el destino adecuado a los residuos peligrosos (no se
los controla a todos por igual), leyes que como son “interpretativas” no
siempre están de parte de los más afectados y las que se necesitan,
curiosamente no están, favoreciendo entre otros a las empresas (ley de envase),
gobiernos, que esconden a los botaderos (que bien le sirven) que no están
cuantificados y cualificados en el total de los residuos que se generan a
diario: lo que figura en sus planillas Excel, son los residuos ingresados en
los rellenos sanitarios. Esto pone en evidencia a un estado ausente de una
realidad sórdida que se ve más allá de las avenidas principales…de las luces de
la ciudad, de los tour’s turísticos o recorridos electorales, y que debe
importarnos. Es necesario que se hagan indicadores estadísticos y de referencia
de todos los productos que se encuentran en circulación (los de la canasta
familiar, los de uso industrial y/o comercial). Servirá para hacer seguimiento
de toda la línea de producción y consumo (de la cuna a la tumba) con guías
detalladas de insumos mercadería, y productos que circula en la traza urbana
para controlar, rediseñar, solucionar y/o modificar sistemas de producción.
Tener marcos indicadores es fundamental (incluso los demográficos,
socioeconómicos y sanitarios) para determinar y saber en dónde estamos parados
y cuál es la realidad. Seria imperante considerar el concepto de economía
circular que es una estrategia que tiene por objetivo reducir tanto la entrada
de los materiales como la producción de desechos originales vírgenes. Se basa
en disponer de grandes cantidades de energía y otros recursos baratos y de
fácil acceso. La economía circular es “tomar, hacer, desechar”. También que se
considere dentro de las políticas de reciclado, que se revea que los productos
reciclados terminan siendo mucho más caros que los que vienen de matriz de
fábrica. Así no se afianza el estímulo.”
¿Cuál es la responsabilidad que deben adquirir las empresas
en materia de gestión de residuos?
“Si vamos en detalle, podríamos decir que muchas industrias,
no miran la transversalidad del problema, sino la unilateralidad de sus
productos precipitadamente. No terminan de entender que la sustentabilidad de
las soluciones, pasa por el compromiso de ser parte de ellas, y no ser parte
del remiendo de las mismas. La industria debe dar una respuesta y un
acompañamiento férreo y sólido en este compromiso, ya que a través de lo que se
fabrica como bien de consumo (en algunos casos) termina siendo un residuo mal
llamado “público” que, si no hay una ley de envase, están amparados y no
obligados a hacerse cargo de lo que fabrican. ¿Se comprende? Pero eso sí…con
bombos y platillos y a los cuatro vientos, enuncia el gobierno de turno que
estamos reciclando. La interpretación y discernimiento, queda a cargo de cada
uno o de la venda que nos quede más cómodo.”
¿Cuéntenos acerca de
la ley de educación ambiental de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires?
“Cuando formulé los fundamentos de la ley, no imaginé,
aunque no debía sorprenderme, que con ella sola, no se pudiera cambiar nada. No
solo se necesita ejecutarla férreamente, controlando, penalizando y mostrando
que se tiene la ley, sino que se debería haber entendido que sus fundamentos
eran educar a la sociedad (y no con capacitaciones políticas y contenedores en
la vía pública y coloridos afiches). Tiene que proyectarse una Ley de envases
(entre otras). No existe reciclado, si no hay una ley de envase. Servirá para
poder responsabilizar al generador del bien de consumo (el fabricante) que
terminara siendo un residuo urbano. Las industrias invaden el mercado con
diversos productos (plástico, cartón, aluminio y packaging de todo tipo) sin
responsabilidad alguna del destino que tendrá ese futuro residuo que la
comunidad se hace cargo del destino final, siendo ellos los responsables de
eso. Debe haber concientización comunitaria, para orientar a una sociedad a que
comprenda y sirva como prólogo de algo que debería haberse aprendido desde los
hogares en primera y principal instancia, desde el colegio en su nivel inicial
y a lo largo de todas las etapas educativas como soporte de lo aprendido. Es la
única manera de minimizar significativamente los residuos domiciliarios:
separándolos en origen. De esta manera se descentraliza también a los
cartoneros (o recicladores informales) de la vía pública donde separa y clasifican
lo que nos corresponde a nosotros hacerlo en cada una de las casas. A ellos, se
les debe capacitar y reinsertarlos a un sistema laboral que apunte a una
calidad de vida, a una inclusión social, ya que seguramente eran mano de obra
desocupada que optó por esta actividad. No deben ser utilizados banalmente con
oficios asistenciales y precarizados”
¿Cuáles considera usted que son las principales estrategias
de gestión ambiental?
“Puedo aseverar, que
sin hurgar demasiado, existe un pensamiento binario en donde siempre se manejan
precipitadamente dos únicas metodologías simplistas y populistas: reciclado o
relleno sanitario, dejando lejos de toda disputa en una grado muy desigual,
menor o complementario, al compostaje, al ecodiseño, y a todo sistema de minimización
y/o aprovechamiento energético (por señalar solo algunas), y sin incluir a la
incineración, obviamente, que es un tema con muchas controversias en el que
todavía en algunos países de la región, es mala palabra. Mientras tanto se
sigue pavoneando en aplicarla a “proyectos sustentables” apoyados solamente en
nuevas tecnologías y lo que el manual indica: gestión integral, manejo,
tratamiento y destino final, la educación ambiental sigue siendo un enunciado,
y no se contempla seriamente como una parte fundamental para el correcto manejo
de los residuos. No está tipificado como parte de él excluyéndose como una
respuesta de construcción a futuro. No se puede hacer gestión integral, manejo,
tratamiento y destino final, si no se sabe si la comunidad responderá al
reciclado, a la minimización, la separación de los mismos que fluctuará el
saber con qué frecuencia pasarán los camiones con sus recorridos. Esto, y
muchas deficiencias que no son pequeñas cosas, ¿Cómo se aprenderán? ¿Con
afiches? ¿Llenando de contenedores y camiones la ciudad? Mientras tanto, lejos
de todo delirio, hay un axioma que es incuestionable: los residuos y su
generación crecen exponencialmente, y solamente una comunidad convenientemente
instruida, será capaz de lograr las transformaciones que vienen experimentando
sostenidamente las sociedades más avanzadas.”
Nos podría comentar acerca de Consultora Urbano Ambiental
Carlos Micilio & Asoc, los retos al iniciar y que se viene para dicha
marca.
“Los retos son muchos. Soy muy cuestionado por muchos
sectores, pero al margen de no modificar sus accionares no pueden rebatir mis
conceptos. Mis esfuerzos van a estar direccionados a seguir poniendo un debate
sobre lo que sostengo y que todos entiendan que es un tema cultural, no de más
tecnología. Que debemos atacar las causas, no las consecuencias. Que no soy un
anarquista ambiental por pensar así, ya que no atento contra los intereses de
nadie. Que se entienda que hay que desmitificar ciertos conceptos: la
incineración es insegura, no debo pagar por el tratamiento de “mis” residuos,
se recicla sin que exista la ley de envase, el gobierno sabe lo que hace, no
hacer la separación domiciliaria, no se puede pensar distinto.”
Para finalizar nos podría regalar una frase que enmarque su
gestión y lo que es Carlos como gestor ambiental.
“La gente espera
soluciones, pero nosotros somos parte del problema, por lo tanto de nosotros
depende…parte de las soluciones”.