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SIENDO HUMANOS

¿Por qué elegir estas dos palabras cómo nombre de un blog?
Por que básicamente, para expresar un trabajo ya iniciado, debemos nominarlo. Por ello elegimos SIENDO para mostrar nuestro ser en movimiento, inquieto, abierto, en búsqueda permanente de la Verdad, representando así nuestro ser, nuestro hacer o no hacer, nuestra conducta y sobre todo nuestra actitud ante todo lo que a diario nos toca vivir.Es lo ontológico.Y HUMANOS, esta palabra viene de Humus: Tierra. No sólo hace referencia a la tierra en sí, sino a todo lo que ella representa: la necesidad de un cambio de actitud en el tratamiento al medio ambiente, el proceder de la voluntad humana libre, con advertencia del bien o mal que se hace a la Naturaleza en todas sus manifestaciones.
Si cada mañana, al iniciar el día, lo hacemos SIENDO HUMANOS, nuestra vinculación con el mundo, nuestra interacción con los hombres y el medio ambiente, empezará a hacernos sentir en armonía con nosotros mismos y pero sobre todo..... con los demás.


jueves, 3 de septiembre de 2020

El comportamiento social (y el medio ambiente) en los tiempos de Corona




Éste es el análisis de una europea y un americano con una problemática en común…y un océano que nos separa…

Mag. Sandra Schopf (Austria) -- Gerente de schopf translation services

Ex-Presidente del grupo de trabajo sobre asuntos sociales de la ISWA

Hace 25 años fue invitado a presentar en una conferencia sobre el manejo de residuos en Buenos Aires, donde conocí a Carlos Micilio, un experto argentino en la consultoría medioambiental con muchos años de experiencia. Desde ahí, hemos seguido en  contacto y colaborando. En esta ocasión también visité la ciudad de Montevideo, Uruguay, donde me topé con un libro del autor  uruguayo Eduardo Galeano con el titulo prometedor “Patas Arriba – La escuela del mundo al revés”. En su resumen el autor nos  dice: “Hace ciento treinta anos, después de visitar el país de las maravillas, Alicia se metió en un espejo para descubrir el mundo  al revés. Si Alicia renaciera en nuestros días, no necesitaría atravesar ningún espejo: le bastaría con asomarse a la ventana.” Este  mundo al revés es “el mundo tal cual es, con la izquierda a la derecha, el ombligo en la espalda y la cabeza en los pies. “O dicho  en las palabras del novelista chileno Roberto Bolaño: “Es nuestra maldición y nuestro espejo, el espejo desasosegado de  nuestras frustraciones y de nuestra infame interpretación de la libertad y de nuestros deseos.” 

Con sus aclaraciones, dichos autores hubieran podido colocarse también en cualquier país europeo. Y la pandemia de COVID-19, con todas sus reverberaciones económicas, sociales y personales, nos ha aclarado en una manera global que no somos tan  invencibles como hubiéramos pensado (aunque algunos siguen creerlo). 

La raza humana está atrapada en una polémica eterna: entre el deseo de seguridad y así no aceptando el cambio, y el deseo de ampliar sus horizontes, empujando los límites, impulsados por la curiosidad. Todos somos Adán y Eva, queriendo probar la fruta  prohibida del árbol del conocimiento, pero no dispuestos a abandonar nuestro paraíso tan cómodo. No creemos en Dios, pero lo  culpamos por nuestros propios delitos. Queremos libertad e independencia, pero esperamos que otros rectifiquen las consecuencias de nuestras acciones. Siempre estamos en busca del crecimiento. Pero el crecimiento incesante nos hace perder  el control. Así que necesitamos a las autoridades, a esos líderes poderosos, para que resuelvan nuestros conflictos y solucionen nuestros problemas. Al fin y al cabo, somos contribuyentes que les pagamos impuestos, para que arreglen las cosas por  nosotros, ¿verdad? ¿Por qué entonces deberíamos recoger la basura que tiramos? ¿Por qué discutir con alborotadores cuando  podemos contratar a nuestro abogado para pelearse con ellos?  Hemos visto a turistas que, en medio de la pandemia de COVID-19, insistieron en quedarse en su residencia de vacaciones en el  extranjero, y luego esperaron que sus gobiernos los llevaran de regreso a sus casas de manera segura. Hemos visto a  montañeros que no prestaron atención a las advertencias de avalancha, y luego esperaron que los escuadrones de emergencia  los rescataran. Hemos visto a cuidadores de perros que traspasaron las propiedades de la granja y demandaron al granjero  cuando una vaca los atacó.  

Vemos al consumidor cotidiano, el peor productor final de todos los desechos globales, que compra alimentos envasados en plástico, pero no asumirá ninguna responsabilidad de la basura que el mismo produce y que está llenando nuestros ríos y  océanos. 

Sin embargo, cuanto más delegamos nuestras responsabilidades a una autoridad externa que no podemos controlar, más perdemos contacto con nuestra propia naturaleza como seres humanos, y nuestra dignidad. Recuerdo aquel caso hilarante de  una madre que decidió llevar al consejo forestal al tribunal porque su hijo había tocado una serpiente salvaje en el bosque que le había mordido. 

También debemos reconocer que hay dos emociones poderosas, la envidia y el miedo, que, impulsadas por las redes sociales, harán o romperán nuestro trato con el mundo y nuestra adhesión a los valores sociales y morales. Sea el cambio climático, la  contaminación ambiental o la pandemia de COVID-19 - la forma en que tratamos estas tendencias devastadoras a nivel mundial  depende vitalmente de esas emociones. 

La envidia te hace comprar un coche nuevo que no necesitas solo para no tener peor coche que tu vecino; the hace elegir una playa exclusiva para tus vacaciones porque tu amiga ha pasado las suyas en las Maldivas. La envidia también tiene que ver con el  “fenómeno del polizón”. Es cuando todos comparten un recurso público, pero algunos se niegan a hacer su contribución. O sea, cuando aceptamos un inconveniente individual para el beneficio de la comunidad en general solo si es compartido por todos. Al  terminarse el primer confinamiento por COVID-19 en Austria, como también en otros países, y se derribaron las primeras  mascarillas, también disminuyeron el sentido de comunidad y el sentido común de la gente. Y las tasas de infección comenzaron a aumentar de nuevo. Solo a través de la otra emoción, el miedo, logramos volver a encarrilar el cumplimiento público. La  amenaza que aparentemente había desaparecido se volvió visible, y el miedo resurgió. 

A menudo leo sobre nuestro planificado regreso a "la vieja normalidad" en los diarios. ¿Es que realmente necesitamos volver a nuestros "viejos hábitos"? ¿Es tan difícil aceptar el cambio incluso si no conocemos el resultado? Vivimos en un mundo que  valora la comodidad sobre el desafío. Solemos ver el cambio como desafío, pero también puede ser oportunidad. Somos seres humanos quienes no pueden crecer sin abrazar el cambio. No podemos crecer en un estado de complacencia. Necesitamos  ampliar los límites de nuestras zonas de confort individualmente definidas. La única forma de avanzar como sujetos sociales es  sentirnos cómodos con la incomodidad y aprender a abrazar el progreso social con la misma franqueza con la que hemos  abrazado el progreso económico y tecnológico. Es la única forma de sobrevivir - con dignidad.

Carlos Micilio (Argentina) -- Congresista y Consultor internacional especializado en residuos sólidos urbanos y educación ambiental. Autor de proyectos, programas y leyes ambientales

Quiero arrancar éste artículo con el agradecimiento de poder compartirlo con Sandra Schopf, con su visión del comportamiento humano en una visión constructivista que está avalada por su dilatada trayectoria europea.  

En mi caso, en éste arduo oficio de poner en palabras, el pensamiento crítico (y constructivo) del reclamo de las sociedades, las necesidades de las minorías, el repensar de nuestras actitudes, el hacer cumplir las promesas y hacer valer los valores por sobre  los beneficios económicos y políticos, hace que se restaure los derechos de la gente sin sentirse inhibido de hacerlo. El escenario que nos muestra este planeta, es por demás elocuente: Desigualdad, violencia (de género, racial, verbal), pobreza  de todo tipo (económica, moral, espiritual) oportunismo, falta de valores, de oportunidades, de estímulos...de justicia, nos ha  puesto sobre la mesa, una pandemia que, mal que nos pese, nos deja una enseñanza imperdible desde muchos puntos de vista.  

Nos ha dejado un mensaje ejemplificador: nos ha puesto a todos iguales, nos ha puesto un cable a tierra que nos debería hacer r reflexionarante esta enfermedad mata a la especie humana...olvidándonos que ellos mismos, produce muerte de diversas  maneras a la flora, fauna y al planeta en sí. 

Siempre me replantee…” ¿de qué lado de la reja están…los verdaderos animales?” Ponderamos a quien no corresponde, no valoramos a los que valen la pena, nunca llega el castigo a los verdaderos culpables, justificamos a los que no hacen y  cuestionamos a los que hacen. La mala política o industria, se manifiesta, entre otras acciones, presionando subliminalmente  desde algunos medios informativos o publicitarios. Las sociedades mediocres, se ponen en evidencia viéndonos como  mejoramos nosotros como personas, como cuidamos nuestra gente, nuestra ciudad, nuestros animales, nuestro planeta...sin  justificativos, sin echar la culpa a nadie. 

El continente americano tiene un potencial altísimo de recursos naturales y humanos. Tiene un solo gran defecto…nosotros mismos. No se puede generalizar, pero la masividad de los resultados, hace que estemos todos bajo la misma vara. Seguimos  buscando un rumbo, que se pueda sostener. Seguimos creyéndonos menos o más que otros. Seguimos padeciendo de gobiernos  que se turnan para ver cómo se tapan o maquillan las realidades y los sueños de la gente. Industrias que nos usan como ratas de  laboratorio para probar sus productos. De lo “literal” a “la realidad”, hay más distancia que la que nos separa América de  Europa. Siempre sostuve, no somos menos que nadie. Somos lo que permitimos. 

Europa por su parte, ha vivido otro tipo de experiencias que los ha forjado de otra manera. Aprendieron de las derrotas, pero, entiendo que superan sus dificultades, con propuestas. Están obligados. Por ejemplo, con los residuos, mientras que en América  se toma a los rellenos sanitarios como “la gran solución” en Europa por sus limitaciones geográficas, están obligados a buscar  otras alternativas. Tienen ese envidiable respeto a las normas, y a las leyes (que pueden tener sus fisuras) pero que prevalece  porque se sabe que nada se parece más a la injusticia…que la justicia fuera de tiempo. 

A veces pienso...qué lindo sería que nos respetáramos más, que nos hagamos respetar más, que valoremos más, que nos valoren más, que pudiéramos crecer, que nos dejen crecer, que podamos entender, que nos entiendan, que entendamos que nuestros  derechos no son más ni menos que el que está arriba, al lado o abajo nuestro. No me cabe ninguna duda que tenemos mucho  que aprender y creo que éste es el momento. Pese a la dificultad que nos deja el Coronavirus con sus consecuencias económicas,  sociales y sanitarias, nos deja un escenario que deberíamos aprovechar para repensar varias cosas: el cambio de conductas, de  hábitos, de actitudes, dejó una clara fotografía de lo que se puede hacer para mejorar el aire que respiramos, el agua que  necesitamos, los animales que disfrutan lo que nosotros les quitamos. Según como se lo mire, el mundo cambió para mal…y para  bien. Falta eso sí, la recomposición de valores sociales y morales, en donde los líderes sean otros a los del presente.

¿Ustedes me entienden no? Claro…que, para eso, habría que replantearse actitud o aptitud…sabiduría o pergamino…beneficio, aunque no sea económico…entender que podemos aprender del que menos pensamos, que muchas veces el tener más dinero,  los hace más pobres, porque es lo único que tienen. 

No siempre las masas populares siguen a ídolos que están apoyados por monstruosas campañas de marketing que nosotros apoyamos. A ellos no los veo en un quirófano. Nos necesitamos todos, y esta pandemia nos hizo acordar. Está en nosotros el  poder verlo. De nosotros depende no seguir naturalizando lo obvio.



jueves, 4 de junio de 2020

Mañana se festeja el DÍA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE

Mañana se festeja el DÍA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE y coincidentemente SIENDO HUMANOS cumple seis años.
Comenzamos humildemente, sin grandes expectativas, con el propósito de hacer un aporte, aunque pequeño, a la protección de esta Creación con la que hemos sido bendecidos.
El Equipo de Siendo Humanos http://siendo-humanos.blogspot.com.ar/
especialmente quiere darte las gracias a tí, a los colaboradores, a los blogs que nos siguen, a los destinatarios de los envíos que reenvían nuestro mensaje y a las distintas Organizaciones que nos apoyan.
Continuaremos firmemente con nuestra tarea y esperamos que el 7º cumpleaños nos encuentre con un Ser Humano más comprometido, con un propósito común, la protección de nuestra Madre TIERRA y coexistir con respeto, cooperación y armonía con los demás moradores de este pequeño planeta, seres humanos, animales, vegetales, ríos y montañas.
Sí…..Otro Mundo es posible. http://siendo-humanos.blogspot.com.ar/
Muchas Gracias Otro mundo es posible
La falta de solidaridad que impera en nuestras relaciones sociales se corresponde con la falta de solidaridad para con la Naturaleza; el ansia por el crecimiento económico, aliada al consumismo compulsivo resulta en la dilapidación sin precedentes de las riquezas naturales.
El actual modelo económico fracasa perjudicando a la propia humanidad y al planeta. El bienestar de todos y la preservación de la Tierra son sacrificados al lucro de pocos; ese consumismo irracional aumenta el desperdicio, la producción de basura, y los impactos ambientales: polucionamos mares y ríos.
El desarrollo técnico-científico, disociado de la conciencia ecológica, llevó al saqueo de los recursos naturales en una escala sin precedente. La ruptura entre el trabajo y la previsión hizo que el afán desmedido de productividad derivara en el ansia incontenida de dominación de las fuerzas de la naturaleza.
Los actuales patrones de extracción, producción y consumo, se mostraron insustentables por la imposibilidad de reposición y regeneración del planeta: la Tierra está dando señales inequívocas de que ya no aguanta más, como la escasez de agua potable, el calentamiento global. Señales como los cambios climáticos, que ya comenzaron a afligir crecientes parcelas de la población alrededor del planeta. La Tierra es un planeta pequeño, viejo y limitado que no soporta un proyecto de explotación ilimitada.
Precisamos de un nuevo enfoque de civilización porque el actual llegó a su fin y agotó sus posibilidades: proyecciones hechas por investigadores y científicos ambientales muestran que, si el consumo continúa al ritmo actual, en el 2050 precisaremos de dos planetas Tierra.
Qué clase de mundo vamos a dejar a las nuevas generaciones?...
Es imprescindible que exista solidaridad intergeneracional entre la nuestra y las que nos sucederán. Ellas también necesitarán satisfacer sus propias necesidades y habitar un planeta mínimamente saludable, alimentar nuevas esperanzas, buscar nuevos rumbos, con nuevos objetivos, donde se respete la interculturalidad, el diálogo entre el llamado saber occidental y el saber tradicional, milenario, la cosmovisión ancestral de los distintos pueblos.
Las tradiciones de esos pueblos nativos hablan del ser humano como de un jardinero. Conforme enseñan tales tradiciones, el ser humano debe cultivar la Tierra con cuidado y sensatez, con previsión y estética, protegiendo su vitalidad, diversidad y belleza, como deber sagrado. Debemos tener un nuevo mirar sobre la realidad, adoptar nuevas formas de relacionarnos con todos los seres de la naturaleza, en sus tres reinos. El universo caminó 15 billones de años para producir el planeta que habitamos, esta admirable obra que nosotros, seres humanos, recibimos como herencia, para que lo cuidáramos como jardineros y preserváramos como guardianes fieles. Somos todos interdependientes unos de otros; coexistimos en el mismo cosmos y en la misma naturaleza.
Promover la ecología del cuidado, que vela por los intereses de toda la comunidad de vida. Coexistir con respeto, cooperación y armonía con los demás moradores de este pequeño planeta, seres humanos, animales, vegetales, ríos y montañas. La interculturalidad, el encuentro con otras tradiciones, otras culturas, enriquece nuestra vida y nuestra visión del mundo. Tener ojos para los que son diferentes. Tener oídos para su voz, sus historias y tradiciones.
Habitamos todos una Casa común. Tenemos un origen común y, ciertamente, un mismo destino común. Tantas flores, con sus colores y formas distintas. Diferencias superficiales, pues la tierra que las nutre y sustenta es sólo una. Un único Soplo las anima,  confiriéndoles significado, sentido y vida. El desafío del tiempo presente es el de rescatar las utopías olvidadas, rescribir nuestro sueño común. Un único Soplo, una única Alma, una misma esperanza. Y en medio a la agitada rutina de la vida moderna, encontrar tiempo para reflexionar sobre preguntas metafísicas. Tener oídos para la voz que habla en nosotros, y nos convoca a la práctica del bien, que delante de una noche estrellada nos pregunta:
“Quien sustenta y se esconde atrás de aquellas estrellas?...” La voz que, cuando delante de un recién nacido, con respeto y admiración pregunta: “Quien generó esta vida?...” “Donde, en el mirar del niño, comienza el cielo y acaba la tierra?”

martes, 5 de mayo de 2020

En medio ambiente: ¿Pensamiento único…o binario? …Da igual

Tengo el placer de compartir la publicación de mi libro, que gentilmente publicó la Editorial Académica Española. 
Me llena de satisfacción poder plasmar algunos pensamientos que vengo sosteniendo desde hace muchos años, y que espero ayuden a ver otra mirada de una problemática que nos involucra a todos por igual.
Gracias a todos !!!
Link del libro

https://www.morebooks.de/store/es/book/en-medio-ambiente:-C2BFpensamiento-C3BAnicoE280A6o-binario-E280A6da-igual/isbn/978-620-0-38583-3

Esto que expongo en éste artículo, no está bueno que suceda, no está bueno decirlo…pero peor es callarlo. No abono la idea de sostener un pensamiento sin un fundamento o una propuesta, pero cuando el problema está cimentado por un pensamiento binario: es lo que decimos nosotros, o nada… y no es único, ya que nada, es el otro pensamiento. Me revela entrar en el terreno de la desinformación y la manipulación a la cual debemos saber si queremos ser parte o no. De nosotros depende.

En ésta insigne misión de sostener que sólo la educación nos rescatará de ésta realidad ambiental, progresiva, no constructiva y maquillada, por cierto, hace que el pensar de ésta manera no aplica, ya que sigue siendo objeto de cuestionamientos de todo tipo, por más palmario que sea el razonamiento. Cómo alterar el “pensamiento único” o “pensamiento binario” … ¡Por favor! Si da igual. ¡Cómo osar pensar distinto…! ¿Por qué tener que verlo de otra manera? La única sapiencia es la de ellos, pienso que basado en el fundamento que se adquiriere solamente por el autoritarismo político o económico que ostentan. Que no se avale lo que se sustenta empíricamente es la consigna y se busca banalizarlo a través de por los pergaminos en la pared, y solo es cierto…si lo que se dice coincide con lo que piensan.
 Podemos estar de acuerdo o no, pero siempre sostengo que el ancho del escritorio no hace al conocimiento fáctico, territorial o transversal de un problema, por más que se demonice cualquier reflexión que no provenga de sus neuronas.

Se comprende distinto cuando se está alejado de una coyuntura política, de una estrategia empresarial o de una “única solución” social o tecnológica, de Ciencia dura o Ciencia blanda. Las remediaciones ambientales, y en este caso la de los residuos sólidos urbanos, pasa por acciones demagógicas (afiches, contenedores y limpiando atrás de uno) y petulantes (publicidad peyorativa y acciones apoyadas en los recursos económicos). No hay soluciones transversales ni cognitivas, hay soluciones político-empresariales y a través de una foto o una planilla de Excel.

No se termina de entender, que la solución no depende de uno solo, depende de todos, y muchas veces depende de las ganas que tengamos de cambiar, aunque no lo hagan otros. Desde ser protagonistas principales de cambiar nuestros hábitos, nuestras costumbres, nuestras acciones, del respeto al prójimo, desde el entendimiento, del razonamiento, desde la comprensión, la solidaridad, de cumplir las leyes, aunque no esté el cartel que me indique lo que sé para poder cumplirla, o la cámara filmándome. Entendiendo que, si se modifican las causas, dejaran de preocuparme las consecuencias…porque no las habrá. ¿Se entiende?

En ésta sociedad que nos toca transitar en éste continente, está sesgada por buenas acciones, falta de valores, con una dosis de arrogancia, participación condicionada, distinguidos profesionales, vulnerabilidad y desigualdad social, segregación etaria, demagogia consensuada, falta de políticas de estado, escasos recursos económicos, comprometidos recursos humanos, vulnerabilidad ética, comportamientos objetables y egoístas, corrupción financiera y política, legislaciones acomodaticias y laxas, deficientes controles, escasa cohesión social, ponderamiento de axiomas dudosos, desigualdad de género y laboral, machismo…si si, machismo créame (definición: “actitud de prepotencia de los hombres respecto de las mujeres) entre otras acepciones. Estas expresiones, no dejan de ser analogías que se distribuyen equitativamente establecidas por casi toda una sociedad, sus gobernantes y las industrias que acompañan.

Se suele perder objetividad y sensibilidad social cuando las soluciones no incluyen a todo un municipio. No siempre todos los cantones o ciudades tienen los mismos privilegios y/o derechos, y seguramente los que pertenecen a otra casta social son más vulnerables. Se focalizan en las principales capitales, avenidas o arterias céntricas y que se vea bien bonita eso sí. Probablemente no recuerden que a pocos kilómetros de donde está todo el desarrollo, haya una realidad distinta…Créanme, no es ficción, es más común de lo que piensan y más real de lo que estamos dispuestos a reconocer. Hay otra realidad que nadie defiende y como mucho, se harán “pruebas piloto” pero eso sí, se los recordarán cuando se aproximen las elecciones. Somos lo que permitimos.

Algunas editoriales (sean técnicas, sociales o académicas) son reticentes en alterar su línea editorial. Entiendo que muchas veces, están atados de pies y manos por las pautas publicitarias que las sostienen y conlleva a sesgar sus opiniones y/o publicaciones que no vayan en línea con los anunciantes. Pareciera que los lectores son cautivos de una ideología sectaria. No entiendo. No los entiendo. ¿Por qué no se contempla la posibilidad de considerar una opinión distinta, sin que la misma sea desafortunada?  ¿Por qué no se dice? No se dice, porque si se es parte de un gobierno, “no es políticamente correcto” y si es una empresa, “perturba sus intereses”.
Para redondear, los congresos terminan siendo lobby de posicionamiento empresario auspiciado por algunas fundaciones o Ong donde están encubiertos políticos y/o empresarios para posicionar en el mercado sus productos ante todo o sus principios muy bien sponsoreados.

Pongamos la lupa en esto: hay gobiernos (no todos) con escasa discrecionalidad, que no unifican las necesidades de la gente, ponderando solamente sus intereses políticos y llevando el hedonismo partidario a su máxima expresión, en desacuerdo fuera de las cámaras de la televisión con una política de estado que sirva para sostener cambios, entre otros culturales, que ayuden a contener la penosa situación que padece la gente al estar expuesto a la contaminación ambiental, política y ética. Deben y tienen la obligación de tener políticas públicas ambientales y transversales en concomitancia con todos los sectores de gobierno.
Es un tema cultural…entiéndase. Deben hacer cumplir las leyes, sancionar y penalizar al que no la cumpla (aunque esta empresa haya sido pilar importante en la campaña electoral). ¿Me explico? Detengámonos también en esto: muchas instituciones educativas, se deben adaptar a la transversalidad de los problemas y los nuevos paradigmas que significan el acercar a otras disciplinas más de una para ellos, desestimable. No todos los problemas son a partir de tecnologías más sofisticadas. Nada más lejos de mí de quitar el valor que representa sus contribuciones, pero, el saber de memoria lo que cabe en 10 bibliotecas me deja una reflexión: son personas que han estudiado mucho…pero no sé si han aprendido algo. Se aprende mucho fuera del aula magna, con gente que piensa distinto, desde otra perspectiva que será de suma utilidad para sus fundamentaciones y que ayudará a entender más las causas o las consecuencias de lo que se vive en el día a día con un problema sin resolver. No soy el único que lo piensa, pero si uno de los pocos que lo dice. Si la solución fuera académica, absoluta e irrefutable, bastaría con juntar los mejores promedios de todas las universidades para tenerla arriba del escritorio.

Somos una sociedad quebrantada recurrentemente por males propios y ajenos, pero con un potencial que, si nos lo proponemos, dejaríamos de mirar los adelantos de los países del llamado 1er mundo, a través de la vidriera. Nosotros como comunidad, debemos entender que la solución pasa por otro lado. Pasa por el entendimiento que debemos hacer todos para interpretar las consecuencias de lo que se ha hecho, para analizar lo que hay que hacer corrigiendo las causas, para reflexionar sobre las acciones que nos llevaron a eso, para aprender a escuchar, para hablar, para corregir nuestras equivocaciones, primero que nada, y no creer que tenemos la altura moral, académica, económica o política para una solución que depende de todos, con la ayuda de todos, con la acción de todos, con la experiencia y contribución de todos.

Como dije antes, esto que expongo en éste artículo, no está bueno decirlo…pero peor es callarlo, y, lejos de parecer arrogante, no es ni más ni menos que el déjà vu de siempre con el que se maneja los residuos sólidos urbanos. Seguramente algunas de estas reflexiones ya las han leído en artículos anteriores, pero ¿saben que pasa? …hay que volver a repetirlo. Lo que subyace en una gestión de manejo no es ni más ni menos que la barrera que se encuentran todos cuando intentan impulsar un proyecto y/o programas. De principio a fin, se mire por donde se lo mire. Termino con esto: una vez me dijeron...”si quieres saber cómo funciona un país…observa como conducen los vehículos y como tratan a sus residuos” …ipso facto, empecé a entender más que hay confines que superar, aunque quede difamado. Una cadena es tan fuerte, como su eslabón más débil, y no debemos sentirnos exonerados o naturalizar las malas condiciones de vida que tenemos o que tienen otros, cualquiera sea la coyuntura. No se puede generalizar, pero la masividad de los ejemplos, es incuestionable y permítanme disentir con estos dogmas disruptivos…o dicho de otra manera…no estoy de acuerdo con fundamentos sostenidos desde la desvalorización. ¿Soy claro? ...puedo no serlo.
Carlos Miccilo
Director en Environmental Urban Consulting Carlos Micilio&Associated. Tiene membresias internacionales en educación ambiental, concientización en remediación de manejo de residuos. Miembro de organismos internacionalesConsultor externo de universidades Congresista, consultor internacional. Autor de articulos, proyectos, programas y legislaciones.


viernes, 27 de marzo de 2020

Esto que nos pasa nos hace iguales


sábado, 1 de febrero de 2020

El Gobierno, con los deberes por hacer       

 Buenas tardes, 

Hace unas semanas contacté con ustedes al ver que en vuestra web siendo-humanos.blogspot.com tratan temas de energía y sostenibilidad como en el siguiente artículo: https://siendo-humanos.blogspot.com/2009/10/huertos-urbanos-agricultura-ecologica.html

Creo que es importante que conozcan las diferentes responsabilidades que tiene que asumir el nuevo Gobierno de coalición en lo que al sector eléctrico se refiere.

Debido a la situación después la investidura, le aconsejamos agregar la siguiente información en el artículo anteriormente mencionado:

"El Gobierno de coalición Sánchez-Iglesias tiene mucho trabajo que hacer en materia energética. De momento, el pacto Sánchez-Iglesias ha acordado llevar a cabo las siguientes propuestas:
  • Aprobar una Ley de Cambio Climático y Transición Energética basada en el Plan Nacional Integral de Energía y Clima (PNIEC).
  • Aprobar el Estatuto del Consumidor Electrointensivo (medida que consiste en una serie de compensaciones que ayudará a amortiguar el encarecimiento de los derechos de emisiones de CO2).
No obstante, son muchas las cosas que quedan aún por hacer y los expertos piden, como por ejemplo:
  • Decir el importe a pagar por parte del consumidor para cubrir gastos del sistema (después de que la UE obligara al gobierno a separar los peajes, ahora a manos del CNMC, y el resto de cargos.
  • Definir los parámetros retributivos de las instalaciones renovables. Si no lo hacen antes del 29 de febrero, las renovables no recibirán la retribución económica que les corresponde.
  • Hay procedimientos de operación pendientes de ser publicados en el BOE, a pesar de que ña Secretaría de Estado de Energía aprobara resoluciones que incluían una serie de procedimientos para el autoconsumo.
  • Otro Real Decreto, el de Acceso y Conexión, sigue aún pendiente de aprobación."

Saludos y muchas gracias!

Aitor Alonso 
aitor.alonso@papernest.com