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SIENDO HUMANOS

¿Por qué elegir estas dos palabras cómo nombre de un blog?
Por que básicamente, para expresar un trabajo ya iniciado, debemos nominarlo. Por ello elegimos SIENDO para mostrar nuestro ser en movimiento, inquieto, abierto, en búsqueda permanente de la Verdad, representando así nuestro ser, nuestro hacer o no hacer, nuestra conducta y sobre todo nuestra actitud ante todo lo que a diario nos toca vivir.Es lo ontológico.Y HUMANOS, esta palabra viene de Humus: Tierra. No sólo hace referencia a la tierra en sí, sino a todo lo que ella representa: la necesidad de un cambio de actitud en el tratamiento al medio ambiente, el proceder de la voluntad humana libre, con advertencia del bien o mal que se hace a la Naturaleza en todas sus manifestaciones.
Si cada mañana, al iniciar el día, lo hacemos SIENDO HUMANOS, nuestra vinculación con el mundo, nuestra interacción con los hombres y el medio ambiente, empezará a hacernos sentir en armonía con nosotros mismos y pero sobre todo..... con los demás.


viernes, 12 de septiembre de 2008

La sonrisa victoriosa

"Es muy difícil estar triste si se plantan árboles", dice Maathai; en la foto, una acacia atestigua la puesta.

Wangari Maathai, Premio Nobel de la Paz en 2003 cuenta, en esta entrevista, sus desvelos en la lucha por la preservación del medio ambiente y la defensa de los derechos humanos.

Colaboración de un amigo: Ignacio Escribano

Del otro lado de la línea, desde algún lugar en Nueva York, irrumpe una voz robusta, enérgica, contundente. Es un sonido heroico, guerrero; pero es también arrullo de madre que en cada frase transpira afecto, comprensión, generosidad.
Wangari Maathai pronuncia cada palabra y cada silencio visceralmente, con calidez, desangrándose en genuina preocupación. La pobreza de su gente en Africa y la desigualdad social, la preservación del medio ambiente, la defensa de los derechos humanos, las futuras guerras por el agua, el acceso de más mujeres a los puestos de poder como factor clave para la paz mundial…
"Si uno desea proteger el entorno, primero tiene que proteger a su gente, a su pueblo. Porque si somos incapaces de preservar a la especie humana, ¿qué objeto tiene salvaguardar las especies vegetales o animales?", pregunta la "madre de sonrisas victoriosas", como también se la llama, resumiendo así los ideales que la han guiado en su tenaz cruzada. Y añade: "Es imposible vivir bajo un régimen político que atemoriza a la gente, que destroza su creatividad".
Todo su ser parece estar impregnado del cadencioso palpitar de la música negra. Maathai es la duodécima mujer y primera keniata y ecologista en obtener el Premio Nobel de la Paz -en 2003, el premio recayó en la abogada iraní Shirin Ebadi, defensora de los derechos civiles-; y también es pionera por haber sido la primera mujer en conseguir un doctorado universitario en toda Africa Central y Oriental.
Enemiga acérrima de la deforestación y del régimen sanguinario del dictador Daniel Arap Moi (1978-2002), la fundadora del Green Belt Movement fue detenida y encarcelada varias veces en la década del ´90. Su ex marido, un viejo parlamentario, también aportó lo suyo. En 1980, pidió el divorcio sin más, bajo el argumento de que su mujer pecaba, según apunta la Enciclopedia de Biografías de Gale, de "ser demasiado educada y con demasiado carácter y éxito para poder controlarla".
Es que, con el perdón de todas las humillaciones, las injusticias y los agravios recibidos por la ecologista keniata, nada ha impedido que esta madre de tres hijos, de 65 años, ande por la vida, honrándola, en sus vestidos variopintos y con esa inconfundible sonrisa clara en su cara oscura.
-¿Siempre está así contenta, por dentro y por fuera? -
(Ríe). Sí, me siento feliz la mayoría del tiempo; rara vez me deprimo. Es muy difícil estar triste cuando se plantan árboles. Los árboles que hemos plantados son los mejores embajadores de nuestro movimiento. Además vivo rodeada de gente que también está preocupada por el cuidado el medio ambiente y que lucha por un mundo mejor.
-En qué está fallando la educación actual, con relación a la preservación y el cuidado del medio ambiente? -
Creo que en las escuelas se sigue hablando del medio ambiente como si se tratara de algo completamente separado de nuestras vidas. Y así continuamos viendo la naturaleza a través de la mirada de biólogos, geólogos, arqueólogos… Todas ellas son visiones muy interesantes y enriquecedoras, pero parciales. Lo que a mí me preocupa es que aún no hayamos logrado entender que el planeta es una sola entidad de la cual formamos parte y que sin la vida de cada especie nosotros tampoco podremos sobrevivir. Muchas de las actividades que realizamos son profundamente nocivas para nuestro planeta y, por tanto, para nuestro bienestar.
-¿Cuál es la raíz de éste alejamiento del ser humano con la naturaleza que usted describe? -
Desde que vamos a la escuela se nos educa para que algún día podamos acceder a los bienes que se producen en las fábricas; con el tiempo, eso se convierte en "el ideal del buen vivir". De ese modo, vamos perdiendo registro del arte y la belleza presentes en la naturaleza, expresados allí en su máximo esplendor. En ese contacto con lo esencial están la sensación de bienestar y felicidad que tanto buscamos, infructuosamente, en los objetos materiales producidos en las fábricas.
-Ya que menciona la felicidad, y en una sociedad con una postura excesivamente individualista frente a la vida: ¿Cuál ha sido su mayor cosecha personal luego de haber trabajado tantos años en proyectos de servicio a la comunidad? -
Sólo puedo decir que se siente una enorme felicidad al servir a los demás. El servicio es una fuente infinita de alegría; es una gran herramienta que nos permite encontrar la felicidad.
-¿Cree en Dios? -
Sí, pero no en el dios que está allá lejos, sentado en las nubes. Creo, sí, en aquella forma de energía poderosa que somos incapaces de comprender completamente pero que continuamos buscando a lo largo de nuestras vidas.
-¿Practica alguna religión? -
Sí, la católica.
-¿Es el cuidado del medio ambiente un tema que preocupe verdaderamente a los líderes religiosos de Occidente? -
Creo que el deseo de explotar todo aquello que se descubre es de las principales herencias que nos ha dejado el cristianismo; y, tal vez por eso, sus líderes no han estado involucrados en los movimientos ambientalistas que protegen la creación de Dios. Ha habido, en verdad, una mayor preocupación por acumular bienes a expensas de otros semejantes. Creo que en estos momentos los líderes religiosos tienen una enorme responsabilidad: la de pasar del asiento del fondo al de la primera fila y alzar su voz en lo que a la protección de la Tierra respecta.
-¿Podría mencionar algún líder político que admira? -
Uno que me ha inspirado enormemente es Martin Luther King, por su lucha incesante y su coraje. Y de mi continente siempre he admirado al presidente Mandela, quien se mantenido de pie a pesar de todo; me dio una gran alegría verlo salir de prisión; él ha hecho una enorme labor en pos de la democracia en su país. Tengo una excelente relación con él y con su mujer. Me apoyan muchísimo en mi trabajo.
-¿Cuáles son los problemas ecológicos más graves en Africa? -
Actualmente, el mayor problema de Africa es que más del 50% de la población vive en la pobreza absoluta y, por tanto, destruye el medio ambiente como forma de sobrevivir. No tienen otra opción desgraciadamente. Esa es su supervivencia: la destrucción de la vegetación con el fin de ganar tierras cultivables y la deforestación indiscriminada como forma de obtener dinero de algún modo.
-¿Está al tanto de la situación ecológica en América del Sur? -
Sigo muy de cerca las actividades en la cuenca del Amazonas, y estoy muy al tanto del problema de la deforestación en toda la región en general. También soy conciente de la pobreza que existe, con todo lo que esto implica.
-Actualmente usted ocupa un alto cargo en su gobierno: ¿Cómo se siente en la política? ¿Es realmente un trabajo duro? -
Sí, es un trabajo muy duro pero es también una gran oportunidad; ahora puedo participar en la sanción de leyes por ejemplo.
-¿Y va logrando sus objetivos? -
Puedo decir que sí, de a poco, claro. Por ejemplo, en el parlamento acabamos de sancionar una ley por medio de la cual se ha logrado mejorar drásticamente la protección de los bosques naturales de Kenia. También aprobamos otra ley en el parlamento que requiere que 2,25 por ciento del producto bruto interno vaya directo a las necesidades de la gente local. Estoy muy orgullosa porque nuestro gobierno resolvió que todos los chicos puedan recibir educación gratuita, entre los 5 y 8 años. Estos son enormes avances porque mejorarán la vida de la gente de Kenia y también el medio ambiente. Es muy gratificante ir logrando ese tipo de cosas.
-¿Qué porcentaje de mujeres, en Kenia, ocupan cargos políticos relevantes como el suyo? -
Somos un grupo muy reducido de mujeres en el parlamento: de un total de 220 miembros, sólo 18 somos mujeres, lo que representa una gran minoría. Y sólo tres de esas mujeres son ministras, de un total de 30 ministros.
-¿Cree que más mujeres en el poder ayudarán a construir un mundo mejor? -
Usualmente me hacen esa pregunta. Y suelo responder que las mujeres no hemos tenido hasta aquí una oportunidad para probar nuestra capacidad de liderazgo. Por lo general, cuando una mujer llega al poder está sola, rodeada de una gran mayoría de hombres; así se hace muy difícil llevar grandes proyectos a cabo. Por eso, creo que deberíamos permitir que una mayor cantidad de mujeres asuman cargos de poder en el gobierno. En tantos años de trabajo noté que las mujeres suelen ser más responsables que los hombres y que pueden asumir más compromisos con la gente.
-¿Cuán serio es el problema del agua en Africa actualmente? -
El problema del agua en Africa ya es un gran problema, y no tengo dudas de que será aún más grave e importante en los próximos años. ¿Por qué? Porque está íntimamente relacionado con la protección de los bosques y de la vegetación en general; sin embargo, la deforestación avanza y los lechos continúan secándose (el sistema de escurrimiento de aguas se altera con el desmonte).Si se le preguntara a cien campesinos cuántos han visto desaparecer un manantial o una corriente de agua en el transcurso de sus vidas, casi treinta levantarían la mano. Por eso, hacemos lo imposible para que la gente tome conciencia; en un futuro no muy lejano, en lugar de pelear por petróleo, vamos a hacerlo por el agua.
-¿Le gusta cantar? -
Sí, me gusta cantar cuando camino sola por los bosques. Pero no sé tocar la guitarra y me sigo diciendo que debo aprender algún día (risas).
-¿Piensa visitar la Argentina? -
Me encantaría. Tal vez viaje a América Latina a comienzos del año que viene.
-Si el cielo existe: ¿Con qué palabras le gustaría que la reciba Dios? -
Me gustaría que me dijera: "Has hecho una gran labor cuidando los árboles de la Creación".
-¿Y qué más le gustaría lograr antes de morir? -
Me gustaría plantar más árboles, desarrollar más vegetación y detener la deforestación en Africa; me gustaría que cuando muera en Africa no haya más tierra yerma, erosionada por la tala de árboles, y que los ríos estén limpios, libres de contaminación. Entonces podré sí, morir en paz.

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