Al
formularnos esta pregunta, no nos queda menos que pensar que la realidad que
vivimos, dista mucho de lo que hubiéramos conseguido para preservar el cuidado
de nuestro medio ambiente.
Decir que lo cuidamos, más
que una afirmación per se, es una mirada sesgada de la realidad y un enunciado
falaz, puesto que todavía, no hemos
logrado entender que todos…”sin excepción de nadie”…tenemos la
responsabilidad de modificar actitudes, mucho más allá de nuestros intereses,
nuestras ideas políticas, nuestra economía, nuestra comodidad…
Fundamentos.
Muy
lejos de la realidad, o de lo que nos muestran, el tema de la protección o el
cuidado al medio ambiente (que lo necesitamos entero) suena más a una promesa
electoral, un cliché de campaña o a un espíritu de deseo. Solemos confiarnos y creer que por más
que no nos involucremos en “nuestras cosas”
que son “nuestras obligaciones” “vamos a andar con la biblia y la
constitución debajo del otro, y nada nos va a pasar o estará todo bien…” Lamento
decir que nada más lejos de la realidad Para ordenar las cosas debemos
replantearnos desde nosotros mismos “qué
estamos haciendo y qué estamos dispuestos a hacer, para revertir esta realidad,
para dejar de ser cómodos espectadores, y ser partícipes de esto que nos
compete a todos”. Como y de qué manera..? Asumiendo nuestra responsabilidad
y cambiando nuestras actitudes.
Objetivo.
Lejos de que cualquiera quiera sentirse
estigmatizado, debemos dejar la demagogia del partidismo político de lado, y
hacer política pública que nos lleve a una política de estado, para afianzar
cualquier crecimiento que no se vea frenado por un cambio de gobierno… Debemos
llegar a un acuerdo mancomunado en el que todos entendamos de una vez por todas
que “la educación…es también un excelente
negocio” (para los que no lo pueden ver de otra manera). Atrae los votos,
minimiza los residuos, optimiza la calidad de vida, genera empleo calificado,
recompone valores, genera respeto como sociedad, optimiza la producción, genera
nuevas fuentes energéticas, maximiza el orgánico para las producciones
agrícolas, embellece espacios públicos, es el cimiento del crecimiento de la
sociedad, suprime la demonización y la empatía de ciertos sectores de la
sociedad, dignifica, construye pensamientos, identidad y constituye principios
que nadie puede sojuzgar.
Propuestas.
No hay un enfático compromiso ni
político, ni empresarial…ni comunitario, en resolver de una vez por todas, esta
problemática o legitimar las que se dicen. Cómo llegamos a esta conclusión...? Porque
hace muchos años que seguimos esperando soluciones mágicas de todos: de los
políticos, de la industria, de la gente, y no queremos entender que es
responsabilidad de todos terminar con toda esta desidia de postergaciones,
estudios, pruebas piloto, de las convenciones del cambio climático, de acuerdo
con los sectores, evaluaciones y anuncios proselitistas, mercado sustentable o
inclusión social y de una sociedad que pone reparos de todo tipo: para no
separar los residuos (si tomamos este tópico) en sus domicilios y abonar como
corresponde , por el tratamiento que se le debe dar a los residuos que
nosotros mismos generamos. Debe haber incondicionalidad de las partes y una
férrea actitud per se para cambiar desde nosotros mismos (seamos gobernantes,
industriales, educadores o cualquier habitante de la comunidad). Nadie lo hará
por nosotros.Que
lineamientos considero se deben analizar de aplicación..?
Desde el ámbito gubernamental. Ellos son distintos a
nosotros..? Ellos son gente que “también” tienen que cambiar también sus
actitudes, saber que también pueden estar equivocados por más que políticamente
sea incorrecto reconocerlo. Deben replantearse su responsabilidad. Somos todos
responsables y cada uno desde su lugar, debe asumirlo. Muchas veces, “el ancho
del escritorio que nos separa, no significa que estemos del lado de los más
perjudicados”. No son todos,…pero son más de lo que creemos. Otro
tema importante, que, bajo el paraguas del enunciado “inclusión social” nos place que los cartoneros, hagan lo que
deberíamos hacer nosotros, y esto nos viene como anillo al dedo a la comunidad,
como a los que nos proponen que estos sectores se hagan cargo de lo que nos
corresponde a nosotros que, por otra parte, al gobierno le soluciona (por
decirlo de algún modo) que ésta fracción societaria sea incluida dentro del
mercado laboral. Debo recordar que la informalidad responde, en gran medida, a
la insuficiente creación de empleos de calidad y al diseño de un sistema de
protección, de reinserción o capacitación. “Son muchos los sinónimos que siempre se
utilizan cuando no se dan respuestas rápidas a problemas urgentes”. La
cohesión social, entra en este dialecto. Para fortalecer la cohesión social, es
necesario cuantificar la importancia de los sectores informales, identificar su
naturaleza, plantear formas de expresión y participación, y desarrollar
estrategias para modificar esta inserción laboral precaria y de baja
productividad, capacitarlas y reinsertarlas a su antiguo oficio.
América
latina debe dar un salto cualitativo para aprovechar las oportunidades de la
llamada globalización. El beneficio de este objetivo, exige de políticas
públicas eficientes para reducir las desigualdades de ingreso, las brechas
educacionales, los problemas de empleo, las inversiones en educación, ciencias
y tecnología y el abandono de viejas prácticas de empleo. Los gobiernos tienen la responsabilidad y los
medios para arbitrar todos los mecanismos para hacer cumplir las normas, leyes,
implementaciones y entender, de una vez por todas, que no se soluciona el tema
con más contenedores, carteles en la vía pública y más camiones
recolectores. Se
debe implementar un plan federal de Educación Ambiental. No es un tema que se
soluciona con mas tecnología, mas afiches y contenedores, o pregonando que
enseñaran Educación Ambiental…no es así, la Educación Ambiental es un “proceso cognitivo”, como aprender inglés,
matemáticas, etc. Deben hacer concientización comunitaria para llevar a una
sociedad a que comprenda y sirva como introducción a algo que debería ser
enseñado desde los hogares, en primera instancia.
Desde el ámbito de la industria. La industria debe dar
una respuesta y un acompañamiento férreo y sólido en este compromiso, ya que a
través de lo que se fabrica “como bien de
consumo” (en algunos casos) termina siendo “un residuo mal llamado público” y hace que, la responsable sea la
sociedad en forma exclusiva, y no de ellos que deberían considerar que también
son responsables de lo que fabrican. Ante este panorama, “sería importante aplicar el principio precautorio “(que actualmente
ocupa una posición destacada en las discusiones sobre la protección del medio
ambiente), siendo invocado también cada vez con mayor frecuencia al abordar
cuestiones relativas a la salud humana, especialmente las que guardan relación
con el campo de la seguridad alimentaria. Es un concepto que “respalda la adopción de medidas protectoras
ante las sospechas fundadas de que ciertos productos o tecnologías que podrían
crear un riesgo grave para la salud pública o el medio ambiente”, pero sin
que se cuente todavía con una prueba científica definitiva de tal riesgo.
Desde el ámbito comunitario. Deben saber, que gran
parte de lo que sucede a nuestro alrededor, depende en parte de nosotros. Debemos
asumir que todo esto forma parte de lo que deberíamos haber aprendido en
nuestros hogares, y que eso, no nos hace menos ni nos debe ofender. Tampoco es
motivo como para no revertirlo. Debemos dejar de quejarnos y ver como modelo a
los que “no hacen las cosas”. De dejar
de ver lo que hacen otras sociedades pensando que nosotros no podemos. Quien
dijo..? Es un tema cultural y nosotros podemos hacer todo lo que hacen ellos.
Como..? Cambiando nuestras actitudes, nuestros hábitos, de consumo (de todo
tipo: desde el consumo energético, pasando por el cuidado del agua), de nuestra
incidencia en la limpieza urbana, la separación de nuestros residuos en nuestros
domicilios y la reutilización de los mismos. La sociedad espera soluciones,
pero nosotros, somos parte del problema: por la tanto de nosotros depende,
parte de las soluciones. Mírenlo así, con sólo este ejemplo: “si en nuestras casas no arrojamos los
residuos en el piso…porqué lo hacemos en la vía pública...?”. Debemos
asumir y entender, que es una cuestión de actitud, de higiene urbana, de
solidaridad y comprensión, de respeto al prójimo y así mismo. Se debe entender
que “hay que hacerse cargo de nuestros
residuos” y “abonar para que se le dé
el debido tratamiento”.
Desde el ámbito legal. No se debe pensar que es
taxativo a la falta de legislación o sustento jurídico, ya que si las leyes que
están, no se cumplen, y las que faltan, son “impopulares” terminamos con un vacío legal….pero con leyes. De
todas maneras, instaurar una Fiscalía Ambiental y aplicar un principio
precautorio para proteger ciertas acciones dudosas, no estaría mal
implementada. Siguiendo esta temática, habría
que aplicar sanciones a quien no cuide y respete nuestro hábitat. Pero, la
realidad nos demuestra que “cualquier
sanción o multa, resarcida con dinero…es barata”. Hasta se podría decir que
el ser infractor, entra dentro del balance anual. Se “tendrían que cumplir acciones comunitarias imputadas directamente al
dueño de la empresa además de la multa correspondiente”.
Desde el ámbito educativo. No es un tema que se crea
que le compete a los educadores el impulsar estos conceptos. “El colegio forma…no educa”, y estos “son hábitos o normas de conducta, que deben
cimentarse en nuestros hogares. No transfiramos nuestras responsabilidades”.
“Una buena educación, es lo más
sustentable y sostenible que podamos tener”.
No se resuelve desde lo académico, ya que de
ser así, nos bastaría con juntar los mejores promedios, de todas las carreras,
de las universidades más prestigiosas, de todas las ramas afectadas, y
tendríamos la solución en el escritorio de quien corresponda. No es un tema de
pergaminos. A su vez la universidad, debería abrir sus puertas para el acceso
al resto de la comunidad (se puede aprender mucho), que también es afectada y
que puede aportar propuestas y una visión de cómo debemos afrontar la
problemática. También se le debe dar más relevancia y diferenciar a estos
problemas de lo que citan muy solapadamente y fuera de contexto y de la
realidad, los libros de educación media encapsulando a estos temas en Ciencias
Naturales. “Lo que nos pasa, no es una
Ciencia ni debe ser Natural”.
Mi comentario editorial es que “cuando las respuestas están sesgadas a
intereses…dejan de ser respuestas”. Esto debe ser un debate
multidisciplinario en toda LatinoaméricaDebemos unificar conceptos, juntar todos
los sectores de gobierno y de la sociedad, para buscar solucionar las causas, y
dejar de ocuparnos a partir de las consecuencias, sin protagonismos y que
solamente esté direccionado a ser una sociedad mejor, se mire por donde se la
mire. Solo una sociedad
convenientemente educada, será capaz de afrontar los cambios necesarios para
que mejoremos nuestra calidad de vida. Dejemos viejos paradigmas que no nos
conducen a nada. No pensemos que no se puede. Lo imposible solo tarda un poco
más. ¿Quién tiene razón? Eso depende de la posición del observador, pero, entre
unos y otros, hay una extensa y compleja red de variadísimas posiciones
sostenidas por centenas de miles de estudiosos ambientalistas. Superemos
nuestros propios límites, si es que sabemos cuáles son. Veamos nuestro
potencial. No miremos con empatía, como espectadores, lo que hacen otras
sociedades al otro lado del océano….hagamos lo mismo y seguramente…hubiéramos llegado…a donde hubiéramos
querido.
Carlos Micilio
El autor es el Director de la consultora urbano ambiental, Carlos Micilio & Asociados y miembro de organismos internacionales de educación y capacitación (americanos, europeos y occidentales). Tiene un premio ambiental con apruebes internacionales.
Consultor internacional, congresista, autor de leyes y proyectos y programas ambientales en educación ambiental y concientización urbana, en América y Europa. Tiene 3 membresías internacionales (en educación y en remediación de residuos sólidos urbanos) y es Consejero externo de universidades americanas y europeas y organizaciones del sector.Miembro del Equipo de Siendo Humanos
Es autor de numerosos artículos en diversos medios académicos y técnicos en publicaciones nacionales e internacionales.
http://carlosmicilioeducacionambiental.blogspot.com
carlosmicilioconsultora@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario