flebotomo perniciosus
Por Álvaro Leiva
La aparición de nuevos casos de Leishmaniasis en nuestra provincia, no es un problema que nos afecta a los santiagueños en especial, sino a todo el mundo en general.
La enfermedad “no” responde “a una cuestión circunstancial, sino que obedece a un problema central del mundo como es el cambio climático”, al explicar que “hay mayor temperatura, humedad y lluvias, por lo que la presencia de mosquitos es permanente”, según informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC).
Es decir que esas enfermedades que eran de la selva, pasan hoy a instalarse alrededor de la ciudades o alrededor de los pueblos. Sobre todo porque este proceso viene acompañado de una migración muy intensa a los centros urbanos, ya no sólo a los centros urbanos más importantes sino también a los centros urbanos más próximos, con un crecimiento demográfico completamente desordenado. Y se produce así en lo ecológico y en lo cultural una urbanización de la vida rural, pero también una ruralización de lo periurbano.
Esta situación aumenta muchísimo la exposición a
Por otra parte, la deforestación descontrolada, genera brotes de Leishmaniasis al aumentar la exposición del hombre a los insectos que la transmiten, en zonas donde se encuentran los animales silvestres que actúan como reservorios del parásito. Sin embargo en esta situación lo usual es que el trabajador, el hachero o abriendo huellas, no tenga protección legal pues el trabajo se hace mediante contratistas que a su vez subcontratan, que a su vez sub-subcontratan, y así hasta que se diluye la responsabilidad.
Estos trabajadores viven en los frentes de deforestación, en condiciones muy precarias, completamente expuestos. Y con este último aluvión de la soja, lo que hemos tenido es un golpe final y brusco de deforestación, no en hectáreas totales porque se viene deforestando desde hace un siglo, sino en las hectáreas remanentes de bosques nativos..
Las altas temperaturas han hecho de nuestro país un lugar perfecto para el desarrollo del flebotomo, un insecto muy parecido al mosquito que es el responsable de contagiar la enfermedad a través de su picadura.
Este insecto suele abundar en las zonas húmedas, aunque no necesita agua para poner sus huevos, por lo que lo podemos encontrar tanto en el campo como en las grandes ciudades.
“El mosquito no tiene fronteras, la frontera es una arbitrariedad”.
El mayor peligro: la desinformación.
Muchas personas creen que un perro infectado puede contagiarnos. Nada más lejos de la realidad, puesto que sólo podemos contraer esta patología a través de la picadura de la hembra del flebotomo.Los flebotomos, como ya dijimos son pequeños insectos, muy similares a los mosquitos, que pueden transmitir de un perro a otro
Es fundamental la concientización de la población para lograr la educación sanitaria – ambiental y la vigilancia epidemiológica como única forma de erradicar al mosquito transmisor.
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